Para caballeros normales

 Mikel Agirregabiria Agirre. Comentarios o sugerencias para el autor...


Perdónenme si les llamo caballeros, pero es que no les conozco muy bien”, subrayó Groucho Marx.

 Carmen y yo hemos establecido un reparto de funciones casi perfecto, después de 28 años de matrimonio. Exceptuando contados servicios de electricista, conductor, transportista y porteador, ella se ocupa de todo lo necesario para llevar adelante nuestro hogar y a nuestros hijos, ante los cuales también represento el rol de sermoneador oficial cuando la ocasión lo ha requerido, afortunadamente más en tiempos pretéritos. Así pues, mi esposa es quien cumplimenta millares de acciones útiles, mientras yo me dedico a temas inútiles, tales como perder al ajedrez o escribir estas cotidianas crónicas.

 Existen zonas enteras de la casa que me son enteramente desconocidas, y el mejor ejemplo es la cocina. Aunque sea un glotón impenitente, mis únicas competencias culinarias se reducen a calentar leche con el microondas y abrir latas en caso de emergencia. Pero estoy aprendiendo, y una reciente área de nuevo conocimiento es la compra, tarea en la que mi cometido anterior se ceñía a empujar el carro y procurar no perderme en el supermercado. Hoy mismo hemos acudido a un comercio especializado en perfumería. Carmen, mientras completaba su extensa compra para toda la familia, me ha encomendado adquirir mi propio champú, indicándome la zona oportuna.

 Me he dirigido a la estancia y súbitamente me he enfrentado a toda una pared repleta de envases con todo tipo de tamaños, formas, colores y precios. Es sorprendente comprobar que existen más estanterías con champú en una sola tienda, que anaqueles de libros en la biblioteca municipal. Con la vacilación del profano me he aproximado a una repisa y me he tranquilizado al leer el primer rótulo: “Para caballeros normales”. Sin dudarlo un instante he elegido el producto, a pesar de su receptáculo extravagante de color verde refulgente.

 Cuando orgullosamente me alejaba en busca de Carmen con mi compra zanjada, me ha picado la curiosidad por ver otras alternativas de cosmética masculina. He desechado otras dos opciones igualmente coloristas para “caballeros secos” o “caballeros grasos”, aunque quizá por mi peso me ajuste más al último grupo. Carmen me ha sugerido usar las gafas de presbicia y ha esclarecido que donde yo leía “caballeros” decía “cabellos”, aunque aceptaba el champú.

 Si bien Confucio recordaba que “un caballero se avergüenza de que sus palabras sean mejores que sus hechos”, y sabiendo que consiste en obrar como caballero, el serlo, a la vuelta a casa, sólo me quedaba como excusa disertar sobre caballeros-normales. Le he recitado a Carmen mi preferida cita de Fray Antonio de Guevara, en versión actualizada: “Lo que al educado [caballero] le hace ser educado [caballero] es ser medido en el hablar, largo en dar, sobrio en el comer, honesto en el vivir, tierno en el perdonar y animoso en el trabajar [pelear]”. He cumplido con otra máxima de Gertrude Stein: Lo normal es mucho más sobriamente complicado e interesante”.

 Carmen no me ha prestado mucha atención y ha concluido que no estoy preparado para comprar nada. He preferido no mentar que nos hallamos en el año del caballero de la triste figura”. Definitivamente, en pleno siglo XXI, cuando ya somos obsoletos quienes nacimos el año (1953) en que se estrenó ”Los caballeros las prefieren rubias con Marilyn Monroe, la denominación de caballeros queda reservada exclusivamente para diferenciar ciertas estancias donde todavía el género determina la postura.

Publicación a partir del 23-12-2005 en los medios de comunicación colaboradores, como el weblog AGIRREGABIRIA.COM, Blogger, Le Monde, GALIPRESS (Galicia), Gaur Egun, Cyber Euskadi (Columna diaria), Uribe Kosta Digital (Colaboración diaria), O2fd News, Carta-Traca (Sección propia en Galicia Información), Revista Hasten + Cultura, Autores Católicos, Periodismo Católico, Catholic Exchange, Iglesia.org, Los Principios On Line, Página Digital (Argentina), Kaos en la Red, El Debate (IblNews, opinión destacada), Vorem ('Veremos' en valenciano, mejor colaborador), Ávila Digital, Ávila Red, Granada Digital, InfoNorte Digital, Nunca Más, Foro Republicano (Colaboración continuada), Sr. Director (Colaboración continua), Vistazo a la Prensa, Portal Miami, Foros EITB (Colaboración regular), Revista Pangea (Colaborador asiduo), El Torrentí, Noticias de Salamanca, La Fogata, Eusko Etxea of New York, ... además de la prensa digital y escrita en las secciones de Cartas al Director o artículo de Opinión, en medios como EL PAÍS (29 artículos), EL MUNDO (13 cartas), DEIA (un centenar), BERRIA (en euskera), Diario de Noticias (Nafarroa), Grupo Correo (especialmente en EL DIARIO VASCO, a menudo en DVórame), Estrella Digital, El Nuevo Herald (Miami), Info-TK, Ecología Social, E-Familiar, La Flecha, Galicia Diario, Aragón Digital, El Confidencial Digital, JovePress, Somos Padres, El Semanal Digital, Rojo y Negro, Rebelión, Alt+64, El Txoko, Forum Libertas, Senda Digital (Familias Numerosas), NoticiasDot, Mujer Nueva, Revista Fusión, Revista chilena ¿Qué pasa?, Revista feminista Penélopes, Revista literaria Satiria, El Triangle (frecuente colaboración en catalán y sólo en papel impreso), El Reformista (República Dominicana), Alacant Spain (asidua colaboración), Hoy en el Mundo, Bitácora de ViejoBlues, Periódico QUÉ (Bilbao), El Balcó (Revista Alternativa Catalana plurilingüe), Corrientes Noticias (Columnista en Santa Fe, Argentina), Magazine de la Vanguardia, IndiceSiete (Canarias), La Excepción, Siete Cruces (Galicia), El Parche Digital (Asturias), Los Verdes de Andalucía, El Faro.Net (Digital Latinoamericano), Andalucía 24 horas (Opinión), Foro Familia, Diario Directo, Telépolis, Artículos para pensar, Diario Noticias de Álava, Blog Agárrate, Ría de Vigo, Educar Juntos, SuperPataNegra Blog, El Deber (Bolivia), SperoPress, ...